miércoles, 28 de diciembre de 2011

Navidad en Madrid

Muchos dicen que el espíritu de la navidad está en nosotros, las personas. Es cierto, pero el ambiente de las ciudades influye mucho, por lo en mi caso, y Madrid en navidad para mi es el sitio perfecto. Puede ser que las ganas que tenía de ir, de ver a la familia y de andar y andar por sus calles hayan hecho que todavía me emocione más la ciudad, creo que la echaba de menos.

Por supuesto, y aunque vaya año tras año, no me puedo resistir a dar una vuelta por la Plaza Mayor, la Puerta del Sol, la Gran Vía, Cibeles... Todo lleno de luces, de gente con gorritos, bocatas de calamares y mimos muy originales.





 Además este año he descubierto algún que otro sitio nuevo:

El mirador de Paracuellos
Este mirador está en Paracuellos del Jarama, muy cerca de Madrid en coche. Desde allí se puede ver el skyline de Madrid a la perfección. Lo mejor es ir cuando está atardeciendo, en el momento en el que el sol se esconde por detrás de las torres. ¡Precioso!



Las fuentes de las cuatro torres de la Castellana
Cuando ya ha anochecido, no te puedes perder eL espectáculo de las fuentes de las torres de la Castellana. Van cambiando de color y de forma. Genial mientras contemplas lo impresionantes que son los rascacielos.


La Azotea del Círculo de Bellas Artes
Lo descubrí hace muy poco y tenía muchas ganas de subir. Desde allí se ve gran parte de Madrid, pero en primer plano la Cibeles, el Ayuntamiento, la calle Alcalá y la Gran Vía, además de los tejados de Madrid, algunos muy curiosos.







¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

jueves, 15 de diciembre de 2011

Adorno de navidad

Ya está aquí la navidad. Todos creo que nos damos cuenta cada vez que salimos a la calle y vemos las deslumbrantes luces. Pero no solo el decorado de la ciudad cambia en navidad, en las casas montamos los típicos árboles navideños con muchos adornos. Pues bien, si estáis cansados de los clásicos adornos navideños que ya están viejitos y los tienéis muy vistos, aquí va un llamativo adorno muy sencillo de hacer.

Podríamos llamarlos pompones navideños.

1. Lo primero que tenéis que hacer es cortar dos roscos de cartón iguales.


2. Después vais enrollando la lana por los dos roscos a la vez (es decir, los tenéis que poner juntos como si fuesen solo uno)

Cuanta más lana pongáis más grande os saldrá el pompón


3. Cuando lo tengáis, solo tenéis que cortar la lana por el borde del rosco.

4. Solo falta atarlo con lana y quitar los cartones (acuérdate de dejar largo el trozo de lana con el que lo ates para poder colgarlo luego)



Ya está listo para adornar vuestro árbol de navidad o para colocarlo en cualquier lugar de la casa. Yo tenía ya hecho uno al que le puse pies y ojos para que simulase un monstruito peludo ¡Queda muy gracioso!


¡Pues venga, no perdáis tiempo, ambientad vuestra casa y preparadla para la navidad!


sábado, 29 de octubre de 2011

Viaje a París: Parte III

Sé que he tardado bastante en publicar esta última entrada de mi viaje a París, pero aquí la tenéis.

El penúltimo día del viaje lo comenzamos visitando la Gare du Nord, una de las estaciones más bonitas de París para mi, y además estaba muy cerca de nuestro hotel (al final de la entrada comento un poco como era y dónde estaba localizado).


Allí cogimos el metro y nos fuimos a la zona de Pigalle, una de las más llamativas y turísticas de la ciudad. Nos paramos, por supuesto, en el Moulin Rouge, el famoso cabaret parisino que está repleto de público todas las noches.


Como tanto yo, como mis amigas somos unas seguidoras incondicionales de la película Amelie, nos pasamos a visitar el Café des deux Moulins (15, rue Lepic), el café en el que trabaja Amelie en la película. Es una cafetería normal con algún símbolo de la película, nada espectacular.



Luego subimos todas las escaleras hasta llegar al Sacre Coeur, la basílica que se ve desde casi cualquier punto de Paris. Asombra su blancura y sus enormes dimensiones. Por supuesto estaba repleta de turistas, que, cámara en mano se disponían a tomar la mejor fotografía posible desde cualquiera de los ángulos.
Yo como buena turista, hice exactamente lo mismo. 


Terminamos de ver esa zona con la Plaza de los Pintores. Impresionantes muchos de los cuadros que venden, pero nuestro presupuesto era ajustado, y esos cuadros no son precisamente baratos.

Ya por la tarde estuvimos en otra zona diferente. Visitamos la plaza de la Bastilla y el centro Pompidou, sin duda uno de los edificios más llamativos de todo París. No nos olvidemos de la fuente, original y mucho.


Al día siguiente ya nos marchabamos, pero aprovechamos la mañana y nos movimos por la zona del Canal Saint Martin, muy recomendable para dar un paseo y ver las presas de agua. Como estabamos cerca, también visitamos el Circo de Invierno.



Al volver al hotel a por nuestras maletas encontramos una tienda de ropa Vintage (muy típicas y abundantes en París). En ella encontramos muchos artículos bastante ponibles y a muy buen precio. Había incluso tocados, y bastante bonitos, por cierto.



Sobre dónde comprar ropa en Paris tengo que decir que para mi la mejor opción son las tiendas de ropa vintage o de segunda mano. Ofrecen ropa muy barata y en perfecto estado (Yo me compre una sudadera de Adidas por 5 euros y unos Levis cortos por otros 5 euros). Muchas de estas tiendas se concentran en la zona de Le Marais.


En cuanto a dónde alojarse, yo recomiendo buscar hoteles por zonas no muy turísticas. Nosotras nos alojamos en el Est Hotel de la Calle Magenta. Era un hotel no de muy buena calidad, pero barato, y como casi no parabamos allí pues nos parecía perfecto. De todos modos, los alojamientos económicos en París no son de mucha calidad pero son suficientes para tener una estancia agradable y no arruinarse en el intento.

Con esto termino mi viaje a París. Espero que os haya gustado y que si tenéis la posibilidad visitéis esta ciudad porque es muy muy especial.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Viaje a París: Parte II

Como os dije, todavía me faltaban por mostrar algunos días más de nuestro viaje a París y, aunque he tardado un tiempo en escribir, aquí estoy de nuevo para contároslo.

Comenzamos el tercer día con cierto cansancio pero con la misma emoción de días anteriores. Nuestra primera parada fue en los Jardines de Luxemburgo. Un gran parque donde pequeños y no tan pequeños juegan con los barquitos en el lago y donde muchos parisinos descansan o dan un paseo aprovechando el buen tiempo.


Luego nos dirigimos al Panteon y como no a Saint-Étienne du Mont, la iglesia donde se encuentran las famosas escaleras en la que esperaba Gil en la película Midnight in Paris


Una de la paradas obligatorias que teníamos claro que íbamos a hacer era la librería Shakespeare & Company. Está en la margen izquierda del Sena, casi en frente de Notre Dame. Pues bien, es una librería con un encanto especial. Tiene dos plantas, justo en la parte de arriba hay un corcho con notas que dejan los viajeros que alguna vez han estado en este establecimiento. ¡Hay notas cuanto menos adorables! En la parte de arriba también hay una sala donde la gente puede leer traquilamente, hay máquinas de escribir e incluso un piano donde quien quiera puede tocar una canción y así deleitar a los que se encuentran allí escuchándola. Un lugar totalmente recomendable.

 Cuando salimos de allí cruzamos a la isla grande de París por el Pont de l´Archevêché. Un puente lleno de candados de parejas de enamorados. Me paré a mirar algunos de ellos y encontré alguno que otro que me encantó.Como ya estábamos allí visitamos Notre Dame y dimos una vuelta por la isla
.


Terminamos el día por la zona del Boulevard Saint-Germain, donde pudimos encontrar el famoso Café de Flore, el Café les Deux Magots, la cafetería de Emporio Armani o la de Ralph Lauren entre otros muchos.


Pronto os contaré los dos últimos días del viaje, con recomendaciones sobre qué comprar en París y dónde comprarlo.

Oh la la, Paris!

lunes, 29 de agosto de 2011

Viaje a París: Parte I

Hace unos días hice un viaje a París con unas amigas, y a través de él os voy a contar mis rincones favoritos de la ciudad, aquello que merece la pena y aquello que no os podeis perder de ninguna manera.
Se podría decir que París es la ciudad que más me gusta de todas las que he visitado hasta ahora y en la que, por cierto, me encantaría vivir. No sé qué es lo que hace a París tan especial para mi. No es un lugar, ni una calle, ni uno de sus muchísimos parques, ni uno de sus bohemios cafes, ni siquiera ese sonido del acordeón en el metro que tanto me gusta. Creo que es todo ello junto, unido a muchos más aspectos de la ciudad que son inconfundibles. Todo ello conforma París, una ciudad que te atrae y que no te deja indiferente.

Nuestro viaje empezó en el Arco de Triunfo y en los Campos Elíseos. La vista desde lo alto del Arco es impresionante, aunque las esclaeras para subir son mortales, pero merece la pena. Además, ¡si tienes entre 18 y 26 años te sale gratis subir!



Luego nos dimos una vuelta por el Gran Palais y el Petit Palais, el Puente Alejandro III, la plaza de la Concorde, con sus fuentes que me recuerdan a la película El Diablo de Viste de Prada. También estuvimos en la iglesia de la Madeleine y en la Plaza Vendome (mucho lujo acumulado en esa zona). Cerca de allí, en el número 213 de la Rue Saint Honoré está Colette, una tienda original con artículos de todo tipo (ropa, discos, libros...) donde especialmente me llamaron la atención los unos minipeluches de algunos diseñadores. Lo siento, pero el vigilante de la puerta no me dejó hacer ninguna foto, que pena...





Por la tarde estuvimos merendando en la terraza del último piso de las Galerías Lafayette. Mucha gente se lleva el bocadillo y la bebida y se sienta en el suelo de cesped artificial miestras contempla los tejados de París. 

Para terminar el día visitamos el Museo del Louvre. Impresionante la gran pirámide de cristal y el reflejo en ella de la luz del sol atardeciendo .



La mañana del día siguiente la pasamos en Versalles. Para entrar al Palacio si tienes entre 18 y 26 creo que no hay que pagar, pero para entrar en los jardines si que hay que pagar. Lo que más me gusto de todo fueron los jardines, inmensísimos por cierto. Yo me preguntaba ¿para qué quería Maria Antonieta tanto jardín? ¿Conocería todos los rincones de su gigantesco palacio?
La tarde la pasamos visitando los Inválidos y contemplando la Torre Eiffel desde los Champs du Mars y desde el Trocadero. Sentarte y no dejar de mirar a la gran dama de París es uno de los ratos más mágicos que puedes vivir cuando ya cae el sol sobre el cielo parisino. ¡Las horas se te pasan volando! 




Hasta aquí los dos primeros dias de nuestro viaje por la capital francesa. Pronto os contaré la segunda parte de la visita a París con alguna que otra recomendación más.
Espero que estéis disfrutando con el pequeño tour que os estoy mostrando y que a través de él os llegue a enamorar esta ciudad tanto como a mi.

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